Andrea García Nambo, maestra ganadora de la Medalla a la Práctica Educativa, logra empoderar a sus alumnas y alumnos mediante estrategias pedagógicas, con el objetivo de cultivar las habilidades necesarias para alcanzar el éxito personal y profesional, fortalecer sus relaciones interpersonales y desarrollar una autoestima sólida.

El proyecto de la maestra Andrea García fue también reconocido por la secretaria de Educación, Gaby Molina y se ha aplicado en varios ciclos escolares en la Escuela Primaria Lázaro Cárdenas de la comunidad El Querendal, del municipio de Salvador Escalante.

“Para lograr un cambio significativo en las actitudes y comportamientos de nuestras alumnas y alumnos, era fundamental incidir en sus creencias más profundas y patrones conductuales arraigados. Muchos de ellos se encontraban atrapados en una zona de confort que, aunque cómoda, no les permitía alcanzar su máximo potencial”, mencionó García Nambo.

A través de una variedad de estrategias innovadoras se logró despertar la conciencia de las y los estudiantes sobre la importancia de adoptar una nueva perspectiva de vida. Al explorar conceptos como las siete leyes universales, se les guio en un proceso de autoconocimiento profundo, ayudándoles a identificar sus fortalezas y descubrir su propósito en la vida.

Una de las mayores barreras que se encontraron fue la presencia de creencias limitantes que sabotean los sueños de niñas y niños, por ello, la primera tarea en la escuela fue trabajar arduamente para identificar y transformar estas creencias negativas, reemplazándolas por una visión más positiva y empoderadora de sí mismos. Al fortalecer su autoestima, tienen herramientas para enfrentar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia.

“Con el enfoque de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) hemos reajustado nuestro currículo para fomentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida. A través de proyectos colaborativos, hemos promovido valores como la justicia, la paz, la igualdad y la conservación del medio ambiente. Al trabajar en equipo y aprender de manera experiencial, nuestras alumnas y alumnos están desarrollando las competencias necesarias para ser ciudadanos globales responsables y comprometidos con el bienestar de su comunidad y del planeta, concluyó la docente.