Alejandra Orozco se despidió del buceo luego de 20 años de intensa competencia, durante los cuales dejó todo bajo el agua y se fue a México.

Gracias a su excelente desempeño, quedó octava en la final del podio individual de 10 metros y quinta en carrera sincronizada en la misma prueba junto a Gabriela Agúndez en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Aunque aún no tiene 30 años, su carrera y experiencia la han llevado a sus cuartos Juegos Olímpicos. Comenzó como voluntaria en los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, y un año después fue a Londres para su primera competencia olímpica, y luego se convirtió en la mujer mexicana más joven en ganar una medalla olímpica, ganó medalla de plata en unos Juegos Olímpicos alos 15 años con Paola Espinosa, desde la plataforma de 10 metros de altura.

Tras su éxito en Londres en 2014, ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing. En Río 2016, la tapatía volvió a competir en sincronía con Paola Espinosa, donde finalizó sexto.

Junto a Gabriela Agúndez participó por primera vez en Tokio 2021, creando un equipo inolvidable. Juntos ganaron la medalla de bronce en la plataforma de 10 metros, una de las cuatro preseas obtenidas por la selección mexicana.

“Alejandra deja una huella imborrable en la historia del deporte mexicano. Su dedicación y pasión por los clavados inspirarán a futuras generaciones de atletas. Desde el Comité celebramos sus logros y su espíritu inquebrantable. Se despide de los Juegos Olímpicos con la frente en alto, habiendo dado todo”, expresó María José Alcalá, Presidenta del Comité Olímpico Mexicano.

Los clavados es un deporte que ha traído grandes momentos a México: de las 77 medallas que ha ganado el país en la historia de los Juegos Olímpicos, 17 pertenecen a esta disciplina.